La principal diferencia entre una llave mecánica y una llave electrónica es el método que utilizan para controlar el acceso.
Las llaves mecánicas son dispositivos físicos que se utilizan para abrir y cerrar cerraduras mecánicas, como las que se encuentran en las puertas de una casa o un automóvil. Estas llaves tienen una forma específica que se corresponde con la cerradura, y se insertan y giran para abrir o cerrar la puerta.
Por otro lado, las llaves electrónicas utilizan tecnología electrónica para controlar el acceso. En lugar de una forma física específica, las llaves electrónicas pueden ser tarjetas, tags, códigos numéricos o incluso huellas dactilares. La llave electrónica se comunica con un lector de tarjetas o dispositivo similar que verifica la identidad del usuario y permite o deniega el acceso en función de la autorización del usuario.
Otra diferencia importante es que las llaves electrónicas pueden ser más seguras que las llaves mecánicas, ya que suelen ser más difíciles de copiar o manipular. Además, las llaves electrónicas también permiten un control más granular sobre el acceso, ya que pueden ser programadas para permitir o denegar el acceso a ciertas áreas en horarios específicos.
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